miércoles, 3 de septiembre de 2014

Clase 2 - Sociedad del espectáculo - Guy Debord (1973)

'El espectáculo es el capital en un grado tal de acumulación que se ha convertido en imagen.' -GD

Lo que se extrae de esta tesis es que el espectáculo ha llegado a tener tal repercusión en la forma en que las personas establecen su imaginario que, ahora, puede ser analizado como cultura, una que cada vez abarca más. Lo complejo de entender en primera instancia es que ésta no abarca más porque tenga alguna característica centrípeta inherente, sino, algo distinto, y casi contrario, que el espectáculo es y ha sido siempre un producto premeditado por aquellos que ejercen el poder, casi una radiografía de lo que cada vez abunda más entre las personas: vacío y falta de fortaleza en sus vidas para enfrentar la realidad, y esto termina por ser aquello que, lo querramos o no, nos acompaña a diario. Algunos lo percibimos cada vez que somos víctimas de esta asfixia tácita ante el autoengaño y la mirada frívola de la gente - y, especialmente, por el hecho de no poder tomar distancia para asumirlo- y, otros, que son la mayor parte de forma lamentable, cada vez que deciden tomarse un break de sus actividades productivas y adormecerse a través de todo lo que ha sido mediatizado pensando en ellos; a la larga, un malestar extendido y una cultura (un híbrido de ella, porque, el sentido que tuvo en algún momento, se halla desnaturalizado).

Gran parte de la sociedad tiende a relacionar el arte con espectáculo, casi como si fueran lo mismo.. y es que este, idealmente, es/debe ser su antonimia.. Es la voz autosuficiente para hacerse valer - porque cuenta con la relevancia necesaria- a través de las formas por las que se opte plasmarlo. Tal vez parte de la confusión está impregnada en el imaginario de muchos al basarse en sus observaciones de aquello de lo que se encuentran rodeados y, estando limitados sólo a eso (su rutina invadida), establecen un juicio. Sobre esto último, se debe responsabilizar a todo artista que haya decidido dejar morir el espíritu de su obra por ponerse al servicio de la visión de terceros, que, sabemos, hoy por hoy, la mayor parte no son más que depredadores de humanidad, los que cuentan con el capital para mediatizar sus intereses.

En definitiva, Debord ha buscado a través de este documental conscientizar a las futuras generaciones sobre lo que veía venir y hoy vivimos: un proceso deshumanización constante y casi inexistente para los borregos del sistema. El deber de cada artista es crear considerando este hecho como parte del contexto y, en base a ello, establecer para cuál de los dos lados va a ser de suma: si al espectáculo o a la realidad en la que vivimos y muy pocos asumen.

Termino citando:

"Hay tanto o más responsabilidad en engendrar pensamientos que en engendrar criaturas. De allí que pensar no puede ser un entretenimiento ocioso y superfluo sino una responsabilidad sagrada: un servicio, una vocación, una misión." - Antenor Orrego

y comparto, nuevamente:
Los idiotas - columna

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