miércoles, 10 de septiembre de 2014

Discursos Interrumpidos 
Walter Benjamin

La lectura nos plantea sobre la reproducción del arte, así nos cuenta desde los inicios los pasos evolutivos y también cómo es que esta reproducción afecta a la obra y a su “aura”. La reproducción en la obra de arte es algo de lo que esta es susceptible, ya que es algo hecho por el hombre que podía ser imitado por el mismo, estos les enseñaban a los alumnos con fin didáctico, los maestros lo hacen para difundir obras, y otras personas para generar dinero. A lo largo de la historia se ha ido viendo este desgaste de las obras gracias a su cantidad reproductiva, empezando con la xilografía en la Edad Media, que era un grabado a madera. Luego vino con la litografía un grado de reproducción totalmente nuevo, yendo al paso con la imprenta. Después de unos años vino la fotografía inherentemente reproductiva y pensada para eso, y a la vez hecho a través de la máquina.

Esta obra, sin más ni más es una crítica a la reproducción ya que está afecta directamente el aura de las obras, el aura es la manifestación irrepetible de una lejanía, tiene inicio en una obra junto a la creación de esta, en su utilidad, sea para culto, ritual. El aura contiene entre sus características a la unicidad, que es lo contrario a reproducción, es que es el aquí y ahora de las obras que no puede ser reproducida y que por alteraciones se logra perder, ya que el aquí y ahora de las obras se basa en eso, el momento, algo irrepetible.

La obra tiene valor cultural y valor exhibitivo, el primero empieza desde que este se encuentra ligado al servicio de culto, estas obras necesitan, por ser culturales, estar más presentes que ser vistas, Benjamin nos da un ejemplo de los estatuas de los dioses de algunas religiones que solo pueden ser vistas por los sacerdotes y en la sella, pero ¿qué es si sacamos a estas de aquí?, pues pierde su valor cultural y pasa a ser exhibida al momento que es accesible a las masas, perdiendo su tradición. El valor exhibitivo va de la mano de la reproducción y es cuán fácil es para esta ser vista o exhibida, un retrato es más fácil de ser exhibida y reproducida que una estatua en un templo, ya que una va de todos lados y la otra está perenne en un lugar.


También nos da el ejemplo del cine y el teatro, en el teatro los actores le hacen frente al público mientras en el cine, a las cámaras, en este momento el actor pierde su aura, aceptando actuar frente a la máquina, y por esto él tiene que actuar con toda su persona viva pero renunciando a su aura porque el aura está ligada al aquí y ahora. Del aura no hay copia.

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